Otra vez la violencia y los violentos

El flagelo está instalado desde hace muchos años y sus “intérpretes” –individuos que se disfrazan de hinchas- siguen desplegando una actividad que repudiamos y de la cual el futbolista es víctima. Hablamos de los violentos, por supuesto, que en las últimas horas escribieron un nuevo capítulo de esta película de terror en la cual ellos se sienten cómodos, porque así se manejan. Giovanni Moreno fue quien soportó esta vez una serie de amenazas a pocas cuadras del estadio de Racing, cuando un grupo de individuos -uno de ellos, armado- se acercó a su automóvil. Gio y Federico Santander, quien lo acompañaba, vivieron un momento complicado, por eso inmediatamente ofrecimos nuestro apoyo, nuestra solidaridad, y estuvimos en el entrenamiento del día siguiente para asistirlos, contenerlos y ponernos a entera disposición.
Esto es lo que está a nuestro alcance y lo que hemos hecho cada vez que un jugador padece una situación de ese tipo, aunque no somos los futbolistas los encargados de solucionar un asunto tan añejo como lamentable. No tenemos las herramientas, pero seguimos insistiendo para que el peso de la ley caiga con todo su rigor y castigue a quienes cometen acciones como la mencionada y como otras que nos han ocupado y preocupado del mismo modo en las distintas categorías del fútbol argentino. En medio de una lucha que ha buscado muchas fórmulas y en la que ojalá los buenos les ganen a los violentos, no vamos a rendirnos. Por el contrario, pediremos la ayuda que haga falta y haremos escuchar nuestra voz, con la esperanza de que la aplicación de la ley entregue las respuestas que queremos para poder trabajar en paz.